domingo, 20 de marzo de 2011

Operación Odisea del Amanecer:

A pesar de todo el revuelo organizado alrededor de la operación que apoya la guerra contra Libia, por ahora, nos están diciendo que su objetivo no es derrocar al régimen de Gadafi, sino proteger a la población libia. Eso es difícil de entender, viniendo de las mismas personas que han venido mirando otras partes, cuando en Libia se violaban los derechos humanos. O, para no decir, las mismas personas que financiaban para violar los derechos humanos porque no querían ver a muchos de las víctimas dentro de sus fronteras. Muchas de esas víctimas, son acusadas doblemente ahora, porque son los “mercenarios de Gadafi”, y la prensa no se cansa de repetirlo. De esta manera, a todos los que no tengan el aspecto de ser libios (subsaharianos por ejemplo), se les agrede, se les quita sus pertenencias, y peor aún se les obliga a retornar de donde vienen. No han servido las afirmaciones de otras autoridades libias confirmando que hay libios también “negros”; lo que quieren otros ahora es satisfacer sus ansias xenófobas.
Por otra parte, al decir que no quieren derrocar a Gadafi, nos podemos hacer la siguiente pregunta: ¿qué quieren entonces? El objetivo de toda guerra es derrocar al enemigo, obligándole a aceptar todas las condiciones que antes negaba; es decir doblegándole. Pero también, considerando los daños colaterales de las guerras, decir que se defiende al pueblo bombardeándole es un poco más absurdo. Quizá se pueda explicar en ese mundo de locura.
Doblegar a Gadafi y convencerle para que no haga más lo que ha venido haciendo durante más de cuarenta años es ridículo, más si la idea viene de las mismas personas que han venido apoyando al Guía, al Coronel, sus amigos (¿y Sarkozy a la cabeza?). Él también ya se cree con el derecho de pertenecer al grupo de los mandamás, y es capaz de demostrarlo con el riesgo de perder su vida. ¿Será que no quieren que se averigüen las turbias relaciones pasadas? ¿Será que solo quieren utilizar las armas que tienen almacenadas? O finalmente, ¿será para adueñarse del petróleo libio?
Esta última idea está muy expandida, aunque los actuales protectores de los derechos del pueblo libio no se atrevan a reconocerlo. Gadafi ya ha demostrado que es muy exigente a la hora de repartir el petróleo libio. Él siempre ha puesto sus condiciones para ello. A parte de amenazar a Europa de dejar de controlar la inmigración, él quiere que el petróleo libio llegue donde se le respete, donde se le trate como igual. Y eso quizás no se entiende desde el Occidente superior. Por eso, lo que se busca ahora es alguien de Benghazi que no solo garantice el petróleo, sino que no ponga más exigencias tan humillantes para los grandes.