De
personas se trata, no de goteras
El ministro español del Interior compara la inmigración
con la gotera que inunda una casa.
De esa manera, el ministro olvida que se trata de
personas que en vez de inundar la casa, corren el riesgo de ahogarse en el mar
mediterráneo; y que peor aún, la mayoría de ellas, están decididas a enfrentar
ese destino, porque no tienen nada que perder.
Por otra parte, parece que el señor ministro no
solo tiene una visión corta de la situación, sino que tampoco quiere mirar atrás
y escuchar algunas advertencias que desgraciadamente se cumplen.
En efecto, hace casi diez años (en septiembre del
2006) el expresidente de Senegal (Abdou Diouf), recordaba sus propias palabras al
opinar sobre la inmigración irregular: “Ya lo he dicho cuando yo era
presidente: no podéis parar el mar con vuestros brazos”. Él abogaba por una negociación
entre todas las partes enfrentadas en el fenómeno migratorio, para superar así,
las políticas de controles policiales que se vienen aplicando.
La posición que sí parece adoptar el ministro
español, recuerda la del expresidente francés Nicolás Sarkozy, que el mes
pasado (el 19 de junio del 2015) creaba la polémica comparando la inmigración irregular
con la gotera en una casa. ¿Será que la intención del ministro español es recrear
también la misma polémica?
Fingen no darse cuenta de que estamos hablando de
personas que también piensan y que siempre arriesgan sus vidas cada vez que se
incrementan los obstáculos; y no de goteras que se puede tapar con alguna tecnología más o menos sofisticada.