miércoles, 27 de agosto de 2014



El alto al fuego entre Israel y Gaza
¡Qué alegría! Pero ojalá esta vez sea el definitivo y más duradero. El acuerdo de cese al fuego entre israelíes y palestinos el 26 de agosto de 2014, tiene como objetivo poner fin a su “último” enfrentamiento de siete semanas.
Pero lo cierto es que las memorias muchas veces son cortas y/o selectivas, frente al sufrimiento ajeno. Y solo nos volvemos a acordar, cuando los mismos hechos, o parecidos se repiten, como ha venido ocurriendo en los distintos enfrentamientos entre Palestina e Israel.
Hay que reiterar que lo mejor es que esta vez no se olvide ese último enfrentamiento considerado el más largo, y que ha causado varios daños, tanto humanos como materiales, principalmente al pueblo palestino.
1.     Responsables palestinos de la salud han admitido que desde el 8 de julio de 2014, han muerto 2139 civiles; entre ellos, 419 niños/as.
2.     Del lado israelí, se habla de la muerte de 64 soldados, y 5 civiles.
3.      Por otra parte, se reconoce la destrucción o el daño de miles de casas en Gaza.
Por eso, algunos palestinos dicen tener unos sentimientos encontrados, ya que están dolidos por las pérdidas de sus seres queridos, mientras se sienten orgullosos de haber combatido hasta lograr ese cese al fuego.
El mundo no puede permitir que se repita esa barbarie con los brazos cruzados, esperando encontrar algún culpable cuando las acusaciones siempre han sido mutuas. En ese caso, el agresor (Israel) dice haber lanzado su ofensiva, con el objetivo de acabar con otro lanzamiento de cohetes de parte de los agredidos (desde Gaza). Es decir, un enfrentamiento entre dos Estados, cuyos daños solo afectan a los más débiles.
La Unión Europea en particular, si hasta ahora ha garantizado las constantes reconstrucciones de los daños materiales causados por Israel en territorio palestino, no puede seguir permitiéndose las muertes de civiles inocentes. ¡Ahí, no hay dinero que valga!