El dilema de la cohesión
social
Está claro que nunca llueve para el gusto de todos; y cuando
surge algún conflicto social, más nos damos cuenta de eso. Enseguida, los
distintos grupos sociales se dividen según sus intereses, que nunca pueden ser
los mismos entre los que detienen el poder, y los que están gobernados. Aunque también,
esos intereses pueden variar mucho más entre los gobernados, más influenciados
por las leyes susceptibles de ser adoptadas por sus gobernantes.
Muchas veces, funciona la política de “dividir para gobernar”,
que hace que los gobernados luchen entre ellos, dejando de lado a los verdaderos
causantes de sus problemas; ya que en
esos casos, los culpables parecen ser, los más débiles. Así, cada uno culpa al
más débil de al lado.
El conflicto entre palestinos e israelíes está ahí, para demostrar
que no siempre es fácil adoptar una posición u otra, ya que se trata de uno de
los casos más polarizados del mundo, que no deja la posibilidad de apoyar al
más débil, como se suele hacer. En ese caso, todo el mundo puede estar de
acuerdo que el más débil es el pueblo palestino; pero apoyar al pueblo
palestino, puede significar perder algunos intereses económicos, o simplemente ser
considerado como antisemita.
Pero hablar de cohesión social es hablar de paz; y cualquier
peor paz es mejor que un escenario de guerra. Sí, he oído mencionar que “la
peor paz es mejor que la guerra”. Entonces, lo normal es que la fortaleza del
derecho surja, para imponer la paz.
Sin embargo, en Ferguson (Ciudad de Missouri, en Estados Unidos)
el mensaje que recibimos es contradictorio. Mientras los manifestantes dicen
que sin justicia no habrá paz, las autoridades por su parte, sostienen que sin
paz, no habrá justicia.
Pero solo hay que mirar.
1.
¿Es
posible que una mayoría negra siga siendo dirigida por una minoría blanca como
en Sudáfrica?
2.
¿Ese
problema se resuelve con la violencia?
¡Ese dilema solo se resuelve,
cediendo! Nadie en pleno
siglo XXI, y en un país como Estados Unidos, que se dice democrático debe
pensar en lo contrario. Pero desgraciadamente, el caso entre Palestina e Israel
confirma la duda. En Estados Unidos donde la pena de muerte afecta mayoritariamente
a los más débiles, es posible que al policía que mató al Michael Brown, le
declaren “no culpable”, por haber actuado, “en defensa propia”. A Michael Brown,
después de muerto, le encontrarán alguna culpa. Aunque es posible que las
manifestaciones tengan sus efectos.
¡En todo caso, que hable la justicia! Sabrá el momento
adecuado, para seguir manteniendo la paz.