lunes, 13 de enero de 2014

En defensa del voluntariado Souradjou ALI Usuario 13 de enero de 2913 El artículo es un acercamiento al tema del voluntariado. Trata sobre la necesidad de apoyar el voluntariado. Aborda la diferencia que existe entre el voluntariado y el trabajo remunerado o el empleo   En defensa del voluntariado Argumentos: A pesar de la crisis, miles de ciudadanos dedican su tiempo al voluntariado. ¿Qué les lleva a tomar esa decisión? Sin duda, los motivos varían, desde la indignación o el entusiasmo, el sufrimiento o la emoción, la protesta o el asombro, cuando se reivindica o se defiende una idea, el compromiso o la denuncia, cuando se observa o constata una situación. Pero cuando de voluntariado, hablamos entonces de un conjunto de personas, • Indiferentes cuyas indignaciones, sensibilidades, reacciones, emociones, etc., les conducen a comprometerse. • Que crean, inventan, innovan, a veces sin que les importen las licencias, ya que para dichas personas el voluntariado no significa “beneficio”, ni “competencia”, sino que solo tiene el significado de “solidaridad”. • Que se comprometen en una nueva empresa que les hace dejar (olvidar) por un rato la suya, buscando una solución a un problema, a una situación que su sociedad les plantea. • Que no comparten la idea de dividir, sino la de sumar o multiplica con otras personas con las que se reúnen y comparten su entusiasmo, su fe, su determinación, para que esas “otras” personas se comprometan también. • Que crean una asociación con un proyecto al servicio del bienestar, del ocio, de la defensa, del desarrollo, de la mejora de su comunidad; pero muchas veces, sin nada a cambio. • Con el tiempo, - La empresa se desarrolla, se hace indispensable, sobrepasa los medios de los que disponen sus asociados, reclama el apoyo y los recursos de otras personas, por un lado; y por otro lado, de otras instituciones. - La empresa necesita la presencia permanente de profesionales, de especialistas; haciendo que dichas iniciativas ciudadanas puedan crear empleos donde había pocos empleos, o no había nada. De hecho, algunos empleos que no existían han sido creados, y algunas escuelas de formación han sido abiertas. - Sin embargo, puede que la empresa en su desarrollo se transforme en otra en la que no se había pensado, que llegue a perder sus memorias de inicio. Que los pocos voluntarios que quedan se oculten detrás de una organización transformada en una institución que ya no es la asociación original (asociación de ciudadanos alrededor de un proyecto). Algunas grandes instituciones, son resultados de iniciativas voluntarias. Podemos afirmar entonces que: el voluntariado no es un habitual proceso de intercambio, ya que se trata de un proceso en el que un ciudadano que enfrenta un problema, se transforma en alguien que “no es indiferente”, que “interpela”, y que siempre está al frente de una iniciativa que pronto se transformará en una causa a defender. Por eso, la principal característica del voluntariado es la “no indiferencia”, ya que suscita muchas motivaciones; cuando el proceso de voluntariado empieza, (1) Se empiezan a desarrollar distintas formas de participación para la causa (para dar una respuesta la nada). (2) Se desarrollan diversas formas de compromisos voluntarios (creación e innovación, apoyo y asistencia, ejecución y realización, desarrollo y crecimiento). (3) Finalmente, se termina por transformarse, transferir otras formas; o quizás, el abandono del proyecto. Cuando una persona decide ser voluntaria de un proyecto, de una asociación, de una empresa, no espera un intercambio en términos de equivalencia. No es lo mismo por ejemplo, en un empleo, cuando una persona vende su tiempo ejecutando un trabajo que produce un valor para su empresa, y un salario (otro valor de supervivencia) para dicha persona que ejecuta el trabajo. Por eso, en un empleo podemos hablar de un intercambio de valores. Contrariamente, frente a una decisión voluntaria, la persona entrega su tiempo sin esperar un salario; sin embargo, es posible que se realice mucho: que se reciba más de lo que se haya dado. Y lo que se reciba, no se obtiene a través de un traslado de valores al principio del proyecto, al principio de la causa, sino que a través de intercambio interno, de una transformación interna, cuando se transforma el contenido del tiempo dándole un sentido. Una misma prestación realizada en un empleo o en un compromiso benévolo desarrolla sentimientos distintos, dependiendo del sentido que se le da. Esta diferencia de sentidos está en que se puede vivir sin sentido, pero se vive mejor con un sentido. (Lemercier, 2004). Por eso podemos afirmar que no se trata de un problema de intercambios porque: dar el tiempo no se debe interpretar como una venta de tiempo, aunque se trate de la misma producción. Las reglas que acompañan al trabajo y al empleo no pueden aplicarse al voluntariado y a sus prestaciones, ya que no se legisla en la libertad de donar; aunque eso no significa que el voluntariado tenga que obviar las reglas, la legislación en vigor. El voluntariado está regido por las reglas de la vida comunitaria, a todas las reglas del buen sentido que se aplican para el buen funcionamiento de una organización. Hay que subrayar que la diferencia está a nivel de las sanciones. La posibilidad y el nivel de las sanciones revelan el grado de subordinación a una autoridad, o a una ley. Fundamentalmente, las diferencias se pueden observar a continuacio: En el empleo, las sanciones tienen que ver con el trabajo, y están apoyadas por leyes y tribunales. Mientras en el voluntariado, las únicas leyes que tienen que ver con todos los ciudadanos son las que se aplican: en situación de conflicto o de pérdida de confianza, la única sanción es la separación; de ahí el laxismo de las relaciones en algunas asociaciones, por el miedo a perder a sus benévolos. Por eso, no se trata de un trabajo, pero de donar el tiempo; tampoco de una remuneración, sino de otro sentido dado, mucho menos se trata de aprovechar, sino se estar mejor. ¿Y qué significa ser voluntario? La definición reconocida por el voluntariado y el asociacionismo se resume en seis criterios. De los seis criterios, cuatro son indispensables, y dos son considerados como útiles. De esa manera, el voluntariado es una actividad ejercida: • En toda libertad, como una selección personal, fuera de toda presión. Dicha libertad se expresa por el hecho de que se puede escoger a no ser benévolo. • Dentro de una estructura: ser voluntario se ejerce dentro de una estructura, ya que el benévolo no puede actuar de manera aislada, aunque prestar servicio es de naturaleza humana. • Para otros o para la colectividad, el voluntario es alguien que actúa desde el desinterés. • De manera gratuita, ya que el voluntariado se hace sin ningún coste, mientras el empleo obliga a una remuneración. • Sin obligación, pero aceptando las reglas de juego que hacen funcionar toda empresa. No se trata de la subordinación a una autoridad que tiene que sancionar, sino de la aceptación voluntaria de las reglas de funcionamiento sometidas a la autoridad. Por eso existe una diferencia entre autoridad y responsabilidad. • Para ejecutar las tareas, ya que se trata de un compromiso concreto que distingue el voluntariado del militantismo (el objeto principal) aunque ese criterio no lo distingue del empleo; lo que origina tensiones entre empleo y voluntariado. Motivaciones del voluntariado: En el voluntariado podemos observar dos motivaciones fundamentales: ser benévolo y ser altruista. A partir de esas motivaciones, Ferrand (1992) resalta otras variables: • La defensa de una causa, • Ser útil, • Encontrar otra gente, • Ocupar su tiempo, • Utilizar sus competencias, • Sentirse mejor, • Nuevas relaciones y formación, • Descubrir sus propias capacidades.